Podría perder el control

ZERO

—¿Dónde demonios te metiste, hombre? —preguntó Apolo en el momento en que volví a nuestro asiento—. Has estado fuera por horas —añadió Apolo.

Sonreí y agarré una cerveza del cubo y la abrí. «Si supieras dónde he estado, apuesto a que me maldecirías hasta la muerte», pensé.

Bebí de mi bot...