Capitulo 75

No puedo decir nada más, no porque no pueda, sino porque Isaac me atraganta con su miembro, obedientemente inicio un profundo vaivén, tal cual a él le gusta, arrancándole un par de roncos jadeos. Siento las manos de Samuel acariciar mis nalgas y deslizarse lentamente hasta mi vagina, con sus dedos s...

Inicia sesión y continúa leyendo