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IVAN

Se retorcía los dedos y soltó de golpe, como una niña esperando un castigo por algo que había hecho mal:

—Nunca he ido a una fiesta. En toda mi vida. Sus ojos bajaron a sus dedos y luego volvieron a subir. Amina me miró a los ojos, escudriñando los míos. No podía estar hablando en serio.

—¿N...

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