Capítulo 36

Capítulo 36

Romano

—Cuida tu boca, Nelson, y no te preocupes por ella, la protegeré con mi vida—. Él solo sonrió como si no estuviera convencido en absoluto.

—No hemos terminado aún, Romano. Recuerda eso—. Mi puño seguía apretado a pesar de que Nelson y sus hombres ya se habían ido.

Ese bastardo...