Treinta y siete

CAPÍTULO TREINTA Y SIETE

En lo profundo del bosque, estoy jadeando mientras gotas de sudor corren por mi rostro.

Hay una oscuridad total y apenas puedo distinguir algo.

Intenté mantenerme lo más tranquila posible, nunca había sido tan cuidadosa, caminando y rezando para no hacer ni un solo ruido....

Inicia sesión y continúa leyendo