Treinta y nueve

CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

Me limpié las lágrimas que caían libremente por mi rostro. Odio el hecho de estar dividida entre dos cosas que amo más que nada. Seguí corriendo hasta llegar al final del camino. Ahora, estoy parada frente a dos senderos.

—De cualquier manera, tendrás que perder uno—. Las ...

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