Capítulo XV: Ira

El Rey Dragón estaba solo en su oficina, el silencio roto solo por el sonido de su respiración entrecortada. Sus ojos ardían de furia y sus manos temblaban mientras se cerraban en puños. El mensaje había llegado solo unas horas antes, y le había costado todo su autocontrol no desgarrar la garganta d...