Capítulo LI: Compartir

Alicent entró en la habitación de Isabella, su rostro marcado por la preocupación.

—Isabella, tengo noticias que quizás no quieras escuchar.

Isabella, sentada junto a la ventana con Ikkar en sus brazos, levantó la vista.

—Dímelo de una vez, Alicent.

Alicent vaciló, tomando una profunda respiraci...