Epílogo, parte 2

—Puedes llamarme Asclepio —dijo el vampiro con una sonrisa.

—¿Asclepio? ¿El hijo de Apolo? —preguntó Jacinto, dando un paso adelante.

—El mismo —el vampiro fingió sentirse halagado para la cámara, lo que me irritó sobremanera—. Tan pocos seres recuerdan estos días —murmuró con una mirada nostálgic...