En el principio, capítulo 23

—Nos consideras dioses, pero solo somos marionetas de nuestros padres. Ellos son los dioses, nosotros solo somos sus hijos, y en nuestras vidas, aunque largas, apenas hemos comprendido lo básico. Lo cual no es más que una fracción de lo que ellos saben —Theia sonrió con tristeza, y sentí las gélidas...