En el principio, capítulo 51

—¿Quién eres? —pregunté desafiante al hombre que se acercaba a mí, aunque una parte de mí ya lo sospechaba.

—Puedes llamarme Asclepio —dijo, haciendo una reverencia, como si debiera impresionarme.

—Déjame adivinar —dije sarcásticamente, llevándome un dedo a los labios como si estuviera pensando, c...