Capítulo 67 Capítulo 67.- La guerra de dos almas

—Ojalá lo fuera. Pero te juro que tú eres la única que puede joderme y aun así querer quedarme.

—Eso, pendejo, es porque tienes un problema con la obsesión —dijo Maya, lanzándole esa sonrisa torcida que hacía temblar su propia resistencia.

—No es obsesión. ¿cómo carajo se llama? —Él masculló, f...

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