Mentiras e ilusiones II

—Sabes que me gusta cocinar, y si te gusto me doy por satisfecha—se encoge de hombros.

Aprovecho que estoy sola para darme una ducha, después de un rato bajo el agua decido que es suficiente cuando mi piel se pone arrugada, el problema comienza cuando me voy a vestir casi nada me queda, las franelas...