Capítulo 8

Me siento frente a Vincenzo en la lujosa habitación del hotel. La mesa entre nosotros parece ser el único obstáculo que me separa de un abismo, pero al mismo tiempo, siento que ya estoy cayendo en él. Vincenzo parece tranquilo, casi sereno, pero hay algo en su mirada que me hace estremecer por dentr...

Inicia sesión y continúa leyendo