CAPÍTULO 126: EL TERAPEUTA DE CONFIANZA

Valeria

No sé si fue un sueño o un recuerdo. Solo sé que me despierto empapada en sudor, con el corazón latiéndome tan fuerte que siento que va a salirme por la boca. La habitación está oscura, pero reconozco la silueta de Killian dormido a mi lado y su brazo extendido sobre mi cintura. Intento cal...

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