¡Estás en mis manos!

Después de lo que parecieron horas, cuando el sol ya comenzaba a elevarse tenuemente en el cielo, Camila vio algo a lo lejos. Un punto oscuro en la carretera. Se aferró a esa visión, que parecía ser una chispa de esperanza en su desolación.

A medida que se acercaba, el punto tomó forma: era un coche...

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