El color de la venganza

—¿Hola? ¿Lola? ¿Aló? ¿Me escuchas?

La llamada se colgó de repente, dejando a Fernando con el alma en un hilo y el corazón latiendo a mil por hora.

«¡Camila! ¿Qué te ha pasado, mi Dulce Camilita? ¿Dónde estás?», se preguntaba Fernando mientras sus ojos se llenaban de lágrimas al saber a su esposa ...

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