Capítulo 28

Xen me agarró del codo y preguntó —¿Qué estás haciendo?

—¡Están siendo ridículos! —exclamé—. ¡Si piensan que eres un dios, entonces deberían respetarlo! ¡O si no piensan que eres un dios, no deberían esperar que siempre estés ahí! —resoplé. Lo observé mientras sonreía, y esta vez, sus ojos también ...

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