Ciento noventa

No esperaba que se quedara.

James no era el tipo de hombre que se quedaba cuando las cosas se ponían difíciles. Desaparecía en las sombras de su estudio, en los paseos nocturnos que terminaban—muy probablemente—en la puerta de Victoria. Sin embargo, esa semana después del funeral, permaneció.

Al pri...

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