Cap. 125.

La mujer se giró, y su expresión cambió al reconocerlo.

—¡Menos mal! Este lugar se está yendo al diablo con gente incompetente como esta niña!

Alma no bajó la mirada, pero su mandíbula se tensó. Fabio se acercó, y su voz se volvió helada.

—La "niña" de la que habla es la gerente de este hotel. Y,...

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