Cap. 130

Massimo asintió, observándola de cerca. Durante un instante, el silencio entre ambos se volvió denso, íntimo.

—Gracias… por estar pendiente de mí —murmuró él, sin apartar la mirada de su rostro—. Después de tantos años,  no imaginé que todavía te preocuparas.

—Claro que me preocupo —replicó ella, ...

Inicia sesión y continúa leyendo