CAPÍTULO 31

El sonido de la alarma manual resonó en las paredes a nuestro alrededor, un ruido repetido, como una avalancha desencadenada por el primer timbre de la alarma.

Revisé a los guardias, sintiendo un nudo en el estómago.

Todos estaban en movimiento, convergiendo.

—Será mejor que salgamos de aquí rápi...

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