EPÍLOGO

—Con las ataduras de la luna como testigo y el rugido de la manada como guía, entrelazo los destinos del lobo y la súcubo. Sellando sombras, tejo el velo mágico que protegerá a la bestia, donde la mente del alfa y la esencia de la súcubo se fusionarán en un pacto indisoluble. Que el velo levantado s...