CAPÍTULO 95 - PODEROSO ELIXIR

Mi cuerpo se estremecía con cada toque, como si cada caricia dejara un rastro de calor en mi piel, erizándose con el frío. Los ojos brillantes del Alfa, ahora peligrosamente oscuros, reflejaban su intensa presencia, mientras su aroma se volvía más envolvente y dulce.

—Salgamos de aquí, humana. Tu f...