Qué sueños pueden venir

Maddy

No dormí mucho esa noche. Me di vueltas y vueltas hasta que el cielo más allá de las ventanas escarchadas se volvió de un profundo color púrpura y el sol comenzó a aparecer en el horizonte. Ahora, estoy sentada al borde de mi cama viendo el amanecer y cómo el jardín trasero se tiñe de un te...