Él no es el indicado

Maddox

Estos malditos niños míos.

—¡Me sacó una espada, Isla! ¡Una espada! —me pongo la chaqueta de cuero sobre los hombros y miro a mi compañera con una expresión que imita la suya, algo hecho de acero y frío como el hielo—. Han pasado tres días desde que Ella y Maddy se fueron tras él. Me voy. ...