Cabeza en una bolsa

Ella

Me siguen como patitos. He contado treinta y ocho de ellas hasta ahora, aunque varias de las brujas apenas pueden caminar por sí solas. Cada vez que hablo, treinta y ocho pares de ojos se fijan en los míos, sin parpadear. Si dejo de caminar abruptamente, la docena de las más fuertes desenvaina...