A la mañana siguiente

Kenna

Llevo horas acostada de lado mirando por la ventana. No he pegado ojo.

Encojo las rodillas hacia mi vientre, acurrucándome más en las sábanas de franela de una de las habitaciones de invitados de Ryan. Son las 6:00 de la mañana. No volvimos a su casa hasta bien pasada la 1:00.

Y no me he movi...