Impronta

Aviva

La lluvia golpea el techo de madera que cubre una esquina del viejo templo. Me levanto de la improvisada cama de heno y mantas de lana que tengo aquí. Me estiro, girando el cuello. Mis manos aún están ensangrentadas por el encuentro con el forajido de anoche mientras recojo mis armas y me dir...