Capítulo 161

Las celdas de los Sea Dogs no eran más que un almacén con un sótano oculto. Eran oscuras, húmedas y mohosas, y tenían el olor del océano. Darrius, el cambiaformas lobo, había sido atado a una silla de metal recubierta con una fina capa de plata. Le habían despojado de toda su ropa y lo habían dejado...

Inicia sesión y continúa leyendo