Capítulo 344

JONDA

Desperté en la oscuridad, con las manos atadas a la espalda y la boca amordazada. Los efectos de la droga que el desconocido me había aplicado dejaron mi cerebro nublado y mi cuerpo aturdido. Aunque apenas podía moverme, sentía como si una tonelada de peso me estuviera aplastando.

No podía...

Inicia sesión y continúa leyendo