Los infieles

Heros se apoyó con sus antebrazos en la cama, y percibió el palmar de Hestia en su entrepierna. Suspiró con pesadez, mientras seguían besándose, con ansias. Al fin habían decidido entregarse al deseo de sentirse el uno al otro. Aunque, fuera prohibido, un pecado y eso los convirtiera en amantes infi...

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