Recompensa peligrosa

Hestia alzó su dedo índice, provocando que Lacey se quedara callada con simple movimiento. Ya la tenía acorralada, y era el momento justo, para devolver la esperanza, de que todavía no había sido descubierta.

—Ha llegado varios minutos tarde. La impuntualidad no es bien recibida en mi empresa, y me...

Inicia sesión y continúa leyendo