La primera luna de Mina - Parte 2

Las patas de Mina golpeaban el suelo como martillos, cada impacto resonando por el corredor como un trueno que se repetĂ­a sin pausa. El sonido de sus propios pasos era ensordecedor, ahogando voces, ahogando incluso la lĂłgica misma. No habĂ­a control. No habĂ­a elecciĂłn. Era como si hubiese sido lanzad...

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