Capítulo trece

El día estaba por terminar. Eran casi las once de la noche. Ella había pensado en él todo el día. Ya se había puesto el pijama. Su guardaespaldas no la dejaba sola ni un segundo.

Sostenía un gran tazón de palomitas y veía una película de terror en una pantalla grande. Gritó al ver fantasmas en la p...