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—Hola, mamá. No estaré en casa esta noche, y Arianna, por supuesto. Ella está conmigo —digo por teléfono, mientras Brandon me observa desde la ventana de su habitación.

—Incluso sin tu hermana, sé que estarías allí —señala ella, luego exhala un suspiro agudo—. Cariño, sé que te gusta ese hombre, pe...