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Me despierto en medio de la noche después de un sueño aterrador, y cuando abro los ojos, Brandon me está mirando.

Él seca mis lágrimas.

—¿Estás bien? Estabas llorando.

—Oye... —Entierro mi rostro en su pecho y lo abrazo—. Pensé que te habías ido sin despedirte.

—Alayna, nunca te haría eso. Pero, ¿es...