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BRANDON

Atenas, Grecia

Doce meses antes

—Así que has regresado —dijo mi abuelo, y su voz, que alguna vez fue poderosa, se volvió áspera, casi inaudible. Su cabello rubio se había vuelto gris. Podría ser viejo, pero su vista y su memoria eran claras como el cristal.

—Mi nieto —me llamó mientras...