44

BRANDON

Atenas, Grecia

Mi abuelo arrojó la copa de vino. En el fondo, estaba afligido. Le prometí que protegería a la familia porque sabía que podía confiar en mí. Pero en este momento, podría haberle fallado. Lo que estaba haciendo no era suficiente.

—¿Cómo? —aulló como si alguien hubiera muer...