CAPÍTULO 51

DARIUS

Esta noche, no estaba aquí para entretenerme con cortesías ni jugar a la diplomacia.

No.

Estaba aquí para asegurarme de que todos entendieran una cosa: si ese bastardo había regresado de su maldita tumba, averiguaría cómo—y me encargaría de hacerle pagar.

Quería respuestas, un plan...

Inicia sesión y continúa leyendo