¿Quieres ser mi mamá?

Elena se miró en el espejo, El brillo de sus ojos era innegable, perfecto e inigualable.

Pasó la mano por su abdomen, confirmando que sí, el vestido era perfecto y se amoldaba a cada una de sus curvas. Dejando ver su barriga formada, con la emoción intacta por imaginar lo que sucedería cuando él la...

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