Capítulo 88

Me desperté al escuchar el trinar de los gorriones dorados. Sí, tienen gorriones dorados en el palacio de la luna. Un gemido salió de mi boca cuando intenté incorporarme. Mis ojos seguían cerrados. Se negaban a abrirse. Todo mi cuerpo dolía como si hubiera peleado una batalla. Respiré hondo mientra...

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