Capítulo 17

Gaviotas. Esas malditas cosas.

¡Si tan solo pudiera atrapar a uno de esos condenados bichos! Sí, como si eso sirviera de algo. Cortas una, y mil más toman su lugar. Ah, los beneficios de tener una casa en la playa. No necesitaba un despertador. Estas malditas plagas hacían un buen trabajo despertánd...

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