Epílogo

Alina

Seis meses después

El Castillo Real estaba lleno de actividad.

Traían flores, cambiaban cortinas, las doncellas se ponían vestidos elegantes y joyas de diamantes relucientes, y los caballeros vestían atuendos elaborados. Era un día de celebración y de alegría. Después de todo, Erick y yo ser...

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