Capítulo 22. Dando rienda suelta a un sentimiento

Fernando  se acostó del lado de su cama, dándole la espalda a Virginia.

—¿Maxi, amor? ¿Estás dormido? —Virginia comenzó a acariciar la espalda de su esposo con la intención de seducirlo. Y aunque él estaba despierto, no tenía ni la más mínima intención de responder a sus insinuaciones, conocía ...