Capítulo 50 Los sentimientos no engañan al corazón

Fernando, sumido en los efectos del alcohol, se encontraba totalmente ajeno a sus acciones; en su mente, solo existía la vívida imagen de Amelia, inmerso en la fantasía que su mente creaba.

—¡No sabes cuánto te deseo! —Exclamó Fernando , escapándosele las palabras.

—¿De verdad? Yo también te d...