Capítulo 58 Una inesperada confesión, causante de más dolor

Fernando  regresó a su mansión para recoger sus cosas; como Amelia se lo ofreció, iría a vivir con  quienes eran ahora su familia, al entrar, Cristine estaba sentada en su gran sala de estar, lo estaba esperando.

Su rostro estaba desaliñado y su corazón completamente roto, en su mano tenía una ...