CAPÍTULO VEINTIOCHO

ISABELLA

Estoy sola en la cama cuando me despierto. Escucho la ducha y sé que él está allí. Anoche, después de llorar todo el día y negarme a comer cualquier cosa que me trajeran, Melo me estaba abrazando. Cuando lo agarré y empecé a llorar en su camisa, no me apartó.

Se sentó en la cama y yo lo a...

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