CAPÍTULO TREINTA Y UNO

—¿Me vas a poner en una casa nueva? —pregunta ella, con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Asiento y ella me da un abrazo.

—Gracias. Muchas gracias.

Me aparto del abrazo y le doy un beso en la frente.

—Me voy ahora.

Empiezo a dirigirme hacia la puerta, pero ella me jala de vuelta.

—No quiero...

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