CAPÍTULO SESENTA Y CINCO

ISABELLA

Como me indicaron, no salgo de la oficina. Ya no tengo recuerdos de mi padre cuando vengo aquí, así que no me molesta. He hecho las paces con su muerte y estoy viviendo con ello. Espero más de una hora antes de que Melo empuje la puerta.

Su mirada de preocupación me deja atónita. Nunca lo ...

Inicia sesión y continúa leyendo